Tercero en Assen, segundo en Silverstone: solo hay un lugar para Maverick Viñales el domingo en Austria. Si el piloto español consigue su primera victoria para Aprilia y solo la segunda victoria en la categoría reina para la impresionante fábrica italiana, se unirá a uno de los clubes más exclusivos en la historia de los Grandes Premios. Viñales ya ha logrado victorias en la categoría reina para Suzuki y Yamaha. Una victoria el domingo sería muy especial.

Desde el nacimiento del Campeonato del Mundo en 1949, solo cuatro pilotos han ganado Grandes Premios de la categoría reina con tres marcas diferentes de máquinas. Muchos han ganado Grandes Premios o incluso títulos mundiales en dos, pero tres es un club muy exclusivo.

Los primeros dos nombres en los que pensé no eran un gran problema para la vieja materia gris. No solo lograron tres victorias en diferentes motos, sino que uno de ellos también se llevó títulos mundiales en dos de ellas. Trabajé en los dos siguientes, aunque el nombre del corredor final se me ocurrió cuando me desperté en medio de la noche. Ninguno de los dos ganó el premio final, el título mundial de 500cc/MotoGP™.

Entonces, comencemos con los dos obvios. No Valentino Rossi, Casey Stoner, Jorge Lorenzo, Giacomo Agostini, Phil Read o Geoff Duke, quienes ganaron Grandes Premios de la categoría reina en dos máquinas diferentes. Fueron los campeones mundiales Mike Hailwood y Eddie Lawson quienes lo hicieron mejor.

Como hacía tantas veces, fue Hailwood quien abrió el camino. En 1961 ganó el Senior TT de 500cc en la Isla de Man con la británica Norton. Antes del final de la temporada, el Conde Agusta lo había contratado para su equipo MV y Hailwood recompensó su fe con la victoria en Monza. Le siguieron cuatro títulos mundiales de 500cc y 28 victorias en Grandes Premios antes de que Honda lo contratara para encabezar su desafío de 500cc después de dominar las clases más pequeñas. A pesar de ganar ocho Grandes Premios para la fábrica japonesa, Hailwood terminó segundo detrás de su ex compañero de equipo Agostini en 1966/67.

Desde su llegada al Campeonato del Mundo en 1983, Lawson siempre ha sido considerado un piloto de Yamaha de por vida. El californiano ganó tres títulos mundiales de 500cc y 26 Grandes Premios para Yamaha antes de un sensacional cambio a Honda por una sola temporada en 1989. Lawson no solo ganó cuatro Grandes Premios, sino también el título mundial y regresó a Yamaha al año siguiente. Antes de jubilarse en 1992, Lawson agregó otro capítulo a los libros de historia. En condiciones difíciles, le dio a la hermosa y elegante máquina italiana Cagiva su primera victoria en un Gran Premio en Hungría para firmar una carrera increíble.

Entonces, ¿qué pasa con los otros dos? A pesar de terminar subcampeón cuatro veces en el Campeonato Mundial de 500cc, Randy Mamola ganó sus 13 Grandes Premios en tres motos separadas. El primero en Zolder en Bélgica en 1980 seguido de cuatro más para Suzuki. El californiano cambió a Honda en 1984 y ganó cuatro Grandes Premios antes de unirse a Yamaha en 1986. Ganó cuatro Grandes Premios para ellos, y esas cuatro posiciones de segundo lugar llegaron en las tres máquinas. Dos en Suzuki y uno en Honda y Yamaha.

El momento de la mitad de la noche para mí fue Loris Capirossi. El Campeón del Mundo italiano de 125 y 250cc puede que solo haya ganado nueve Grandes Premios de la categoría reina, pero está en el club. Esa primera victoria en Australia fue con una Yamaha de 500 cc en 1996. Regresó a la categoría de 250 cc para ganar el título mundial antes de volver a unirse a las 500 en 2000. Ganó el Gran Premio de Italia para el equipo Honda de Sito Pons. Capirossi se unió a Ducati en 2003 y trajo a la fábrica italiana siete victorias, incluidas tres victorias sucesivas en Japón.

Entonces te toca a ti, Maverick, para agregar a esas victorias de Suzuki y Yamaha. Las llaves están en tu mano para abrir la puerta a uno de los clubes más exclusivos en los 74 años de historia de las carreras de Grand Prix.