Masterchef-10: Verónica se salva por los pelos y Yannick sale expulsado en MasterChef

Amelicious y Ana Iglesias vuelven a MasterChef

«Hoy hay postre y fondant«, auguraba Patricia nada más entrar en plató, y no iba mal encaminada. En esta primera prueba, ya les adelantaba Jordi Cruz que iban a trabajar en parejas, cada uno formaría equipo con la persona que tiene al lado. Jokin y Luisme, Claudia y Verónica, David y María Lo, Patricia y Adrián, ¿y qué pasó con Yannick? Acabó formando equipo con ¡Amelicious! La exaspirante de la novena edición de MasterChef se atrevió a meterse en cocinas, como en los viejos tiempos. 

La siguiente invitada llegaba en forma de pista: Ana Iglesias, ganadora de la octava edición, que acaba de celebrar su boda. No vino sola, detrás de ella, los comensales. Cinco parejas a punto de darse el «sí, quiero» que buscaban la tarta nupcial perfecta para ellos. Cada una con su personalidad y exigencias. La repostería fue la protagonista de la primera prueba, la peor pesadilla de los aspirantes. 

Fue Yannick, usando su ventaja del último programa, el encaragado de decidir qué tarta elabroraría cada pareja, algo que ocasionó algún que otro roce entre compañeros. Él se quedó con la tarta sin azúcar; para Adrián y Patricia, la tarta de fondant negro; la vegana para David y María Lo; Claudia y Verónica, con la de superhéroes; y, por último, Luismi y Jokin, se tiuvieron que conformar con la tarta sin gluten. 

Patricia pierde los nervios con Adrián 

Cada una tenía su dificultad, algunas más que otras. Adrián y Patricia se la tenían jurada a Yannick. «Yo me voy a vengar», aseguraban los aspirantes recorosos. Mientras, Jokin intentaba ayudar a Luismi, que se empezó a poner un poco nervioso. María Lo y David se llevaban de maravilla. «Estoy encantada de trabajar con este tío», reconoce ella, lástima que esa buena sintonía no se viera luego reflejada en el plato. También Verónica y Claudia parecía que se estaban compenetrando, contra todo pronóstico. Sus rencillas ya son cosa del pasado. 

El fondant es un trabajo muy delicado que puede jugarles una mala pasada a los aspirantes. Yannick, que quiso evitarlo por todos los medios, se quedó con la tarta sin azúcar. ¿Una buena elección? El aspirante se arrepentía a medida que avanzaba la prueba. Jokin y Luismi, los mejor parados: «Han hecho los bizcochos con tiempo y los han dejado enfriar. Se han organizado muy bien», murmuraban los jueces. 

El tiempo se acababa y los aspirantes se ponían cada vez más nerviosos. La armonía que hasta entonces había reinado en el equipo de Adrián y Patricia, brilló por su ausencia. «¡Que quedan dos minutos! ¡Que quedan diez!«, le gritaba ella. Él acabó desistiendo y haciéndole caso. No solo puso de los nervios a su pareja con sus chillidos, sino también al resto de sus compañeros, que no podían aguantar más. «Dios, Patricia, cállate ya«, le suplicaba desde la otra punta Verónica. 

Un desastre nupcial en MasterChef: suspenso en repostería

Verónica y Claudia fueron las primeras en presentar su tarta a los jueces y los novios. «Lo importante está en el interior«, aseguraron al ver el desastroso resultado. Pepe Rodríguez no podía contener la risa. Más allá de la estética, lo importante, ¿cómo sabía aquello? A los comensales parecía que les estaba gustando. En la tarta de Yannick y Amelicious había sorpresa: además de estar parte cruda, se habían dejado un trozo de papel de horno en el medio. A David y María Lo también se les quedó la tarta a medio hacer. 

Adrián y Patricia, a pesar del estrés, consiguieron al menos, presentar una tarta que no se desmoronaba, como la del resto de sus compañeros. Lluvia de halagos entre los aspirantes para la tarta de Luismi y Jokin, la más presentable. También tuvo éxito entre los jueces. «Está rica», reconocía Jordi. 

«Lo que habéis hecho, no tiene nombre«, aseguraba Jordi a la hora de hacer una valoración general de la primera prueba. Los jueces no estaban nada conformes con el trabajo de los aspirantes, que se lo pasaron muy bien, pero no dieron ni una. «Este reto no debería de haber sido complicado, porque además contabais con la receta y trabajábais en pareja, ni siquiera teníais que crear una tarta, teníais que replicar una», apuntaba Samantha. Solo una pareja se salvó del desastre, ¡Jokin y Luismi! «Vuestra tarta era la más parecida a la original y estaba rica», aseguraba Pepe. 

Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, capitanes a ciegas en la prueba de exteriores

La prueba de exteriores más ecofriendly de MasterChef. Los jueces enseñaron a los aspirantes la importancia de producir y consumir productos ecológicos que no dañen el medio ambiente ni tampoco nuestro organismo. Por haber sido el mejor de la prueba exterior, esta vez fue Jokin el encargado de formar los dos equipos. En el suyo, el rojo, Adrián, David, María Lo y Verónica. Por lo tanto, en el otro, el azul, se quedan Luismi, Claudia, Yannick y Patricia, la repescada de la edición, que no tenía mucha confianza en su grupo: «Me da un poco de pereza, no estoy para tonterías. Yo tengo muy mala lecha, así que ya los callaré yo». ¿Quiénes fueron los capitanes? Nada más y nada menos que Jordi Cruz y Pepe Rodríguez, ¡pero a ciegas! Tuvieron que dar órdenes sin ver lo que su equipo andaba haciendo. Cuando creíamos que el reto no se podría complicar más, nos enteramos de que el menú a elaborar estaba hecho por el gran chef Rodrigo de la Calle. 

El tremendo pique entre Claudia y Patricia: «¿Qué me has dicho?»

Jordi era el capitán del equipo rojo y Pepe el del equipo azul, a petición de Luismi, el segundo mejor de la primera prueba de la noche. Nunca antes unos capitanes habían dado órdenes tan convencidos. Verónica y María Lo se encargaron del postre, mientras que sus compañeros de los platos principales del menú. «Hoy va a ir todo bien, hazme caso», aseguraba Vero, que no puede estar más contenta con el segundo reto de la noche.No sabía la que le esperaba.  

En el equipo azul no paraban de surgir los problemas «¿Por qué vais tan lentos?«, preguntaba Claudia a sus compañeros. «¡Vente tú y lo picas!«, le contestaba bastante molesta Claudia. «¿Qué me has dicho?«, le respondía todavía más indignada la recién llegada de la repesca. Pepe Rodríguez, cansado, ponía orden en su equipo: «¿Qué es esto, un patio?«. Al final, solo consiguió calmar las aguas amenazando con echarles de cocinas.  Mientras, en el equipo rojo, a Jordi Cruz le preocupaba la lentitud de los aspirantes. Sobre todo, María Lo, que no conseguía cogerle el truco al apionabo.

Verónica se rompe: «Jordi me ha metido mucha caña y lo está disfrutando»

A Verónica, que al principio de la prueba estaba de lo más ilusionada, se le atragantó el postre. No supo seguir las indicaciones de su capitán y eso le acabó pasando factura. Por suerte, Rodrigo de la Calle entró en escena y se dio cuenta de que su elaboración estaba a punto de quemarse. La aspirante apagó el horno, pero dentro había otra elaboración que todavía está a medio hacer. «Que está apagado esto, ¿sabes que necesita media hora?«, decía preocupada María Lo. «¿Quién ha apagado el horno?«, preguntaba Jordi. Nadie sabía nada, pero el chef supo intuir lo que había ocurrido en su cocina: «El horno lo habrás apagado tú Verónica cuando te ha dicho Rodrigo, ‘para el horno'». Verónica, que todavía conservaba su pin, terminó por romperse. «Jordi me ha metido mucha caña y encima lo está disfrutando, que es lo peor«. Sus lágrimas lo decían todo. Estaba convencida de que su capitán ha ido por ella desde el principio. 

El pedo de Jokin interrumpe las valoraciones 

Jordi Cruz tuvo que dar explicaciones respecto al reparto de tareas, muy cuestionado por Verónica. «Teníamos un postre que exigía delicadeza, precisión, sensibilidad, y quiero que quede claro. Para mí ha sido una apuesta personal de confianza y para ti ha sido un ‘van a por mí'», lamentaba el chef, que confesaba sentir decepción con las chicas de su equipo. «Has querido hacerlo tan bien, que a la que has cometido un error, dinamitada», le decía a Vero. 

Pepe Rodríguez le reprochó a Claudia y a Yannick su lentitud y apremió a Patricia y a Luismi. Claudia también acabó llorando de impotencia. La aspirante no estaba de acuerdo con las palabras de su líder. El momento de tensión se zanjó gracias a Jokin, que se le escapó un pedo en medio de las valoraciones. Sus compañeros no pudieron evitar reírse. «¡Chochino!«, le llamaba Patricia, mientras a él se le caía la cara de vergüenza. 

Los jueces sacaron cuatro delantales negros que entregaron a los aspirantes para que los repartieran entre ellos. Teniendo en cuenta el veredicto, ya sabían perfectamente para quiénes iban: Verónica, María Lo, Yannick y Claudia, que lo acepta a regañadientes. El mejor de la prueba es… ¡Jokin!

Florentino Fernández vuelve a MasterChef

Última prueba de la noche, la más decisiva. Verónica, María Lo, Yannick o Claudia, entre ellos estaba el expulsado de la noche. ¿Cuáles fueron las predicciones de Patricia? Para la aspirante y bruja, la cosa estaba entre Yannick y Vero, pero la aspirante que todavía conserva el pin de la inmunidad estaba de lo más confiada. ¿Quién le iba a decir a ella que estaría al borde de abandonar MasterChef? Debajo de las campanas, a los aspirantes les esperaba un pollo. Esta prueba era un homenaje al chef Paul Bocuse. Los delantales negros tuvieron que replicar uno de sus famosos platos: pollo de bresse en vejiga. 

Para romper la tensión, entró al plató Florentino Fernández. No fue él quien les enseñó a elaborar este complicado plato, para ello, los aspirantes recibieron también la visita del chef Albert Boronat. Una técnica que ni siquiera Jordi Cruz ha probado nunca, por eso se atrevió a meterse en cocina junto al resto de delantales negros para demostrar que se podía hacer. 

A pesar de la dificultad del reto, Verónica optó por no entregar el pin de la inmunidad. La aspirante quería intentarlo, pero Flo le da un consejo que ella no se tomó demasiado bien: «No vayas de flipada«. 

Yannick abandona las cocinas de MasterChef

No era un reto fácil, incluso Jordi tuvo algún problema. Aunque iba más adelantado que el resto, su vejiga tenía algún poro y tuvo que repetir la elaboración. Inmediatamente tomó medidas, sin venirse abajo ni lamentarse, una lección para todos los aspirantes: «Cuando surge un problema, hay que capear el temporal«. También problemas para María Lo, que con las prisas se acabó quemando el brazo. 

María Lo fue la única que se llevó los halagos de los jueces. Verónica, satisfecha con su plato, siguió empeñada en conservar su pin de la inmunidad hasta el final y arriesgarse a ser la expulsada. Los jueces no opinaron lo mismo. ¡Por los pelos! El aspirante que no continúa en las cocinas de MasterChef fue ¡Yannick!.  «Prefiero tomarme todo lo positivo que he ganado aquí, que centrarme en lo que no pudo ser», señalaba. Del programa se lleva el aprendizaje y la experiencia, que le ha cambiado la vida. «No todo sale siempre bien y no pasa nada, como persona nunca dejas de aprender. La cocina es muy bonita y me gustaría dedicarme a ella en algún momento», concluía antes de colgar el delantal.